El tonto de Niemöller
Hoy me he comprado "El Jueves". Por si acaso este artículo pasa a la posteridad, explicaré lo que todos sabéis para que los historiadores del futuro comprendan de qué va esto: "El Jueves" es un semanario satírico que publicó, en su portada de hace dos semanas, una caricatura en la que se hacía mofa de Su Alteza Real, Don Felipe de Borbón y Grecia y su augusta esposa, la Princesa de Asturias Doña Letizia Ortiz Rocasolano. El monigote no solo representaba a tan dignísimos personajes desnudos y en carnal coyunda, cual si de dos vulgares mamíferos se tratara, sino que el texto hacía hincapié en la falta de experiencia laboral de Su Alteza. El dibujo hizo fortuna y apareció en cierto programa televisivo de gran audiencia, de modo que el juez Del Olmo, famoso entre otras cosas por haber cerrado en el pasado el único diario que se pubicaba en euskera, intervino y ordenó secuestrar la edición de la revista. Se les acusa de "injurias al sucesor de la Corona", según el artículo 490 del Código Penal español. Ojo, para que conste, esto se escrbe en 2007, no en 1607.
Lejos de mí criticar al juez del Olmo. Estoy segurísimo de que ha actuado con total profesionalidad. Es más, estoy seguro de que, si los jueces aplicasen siempre igual diligencia, estarían las cárceles repletas de súbditos rebeldes y lenguaraces. La ley española es clara: no se pueden expresar ideas xenófobas, no se puede poner en duda ningún genocidio, no se puede mancillar la bandera ni la nación españolas; no se puede criticar al rey, ni a la reina, ni a los príncipes, ni a las infantas, ni a los reyes y reinas que tan duro trabajaron y tanto se sacrificaron por España antes de Don Juan Carlos.
En España no hay libertad de expresión, en una palabra. Lo que ocurre es que, hasta ahora, el aparato represivo habia reservado sus enorme poder para aplastar únicamente a los elementos mas periféricos del sistema. Lo de Egunkaria fue vergonzoso, pero nadie en España tiene redaños para sacar la cara por una publicacion monolingüe en vasco. El acoso a "La Realidad", de Santander, ha sido digno de un estado fascista, pero en Madrid no les importa un pimiento lo que les ocurra a unos muertos de hambre izquierdistas, perdidos en provincias: de TeleAsturias y Radio Sele ya ni hablamos.
"El Jueves" es algo distinto: tiene casi 500.000 lectores dispersos por todo el estado y la cosa ha salido por la tele. Esta vez la mierda ha salpicado demasiado.
Os recomiendo el ejemplar de esta semana, donde cuentan (entre chiste y chiste) la odisea que han vivido estos últimos dias. Lo mas escalofriante ha sido la reaccion de los periodistas mayoritarios, la tribu "estadodederechista" de la prensa madrileña. La revista hace recopilación de columnas escritas por gente como Edurne Uriarte, Hermann Tertsch, Consuelo Álvarez de Toledo, ABC (editorial), Victoria Prego, Carlos Dávila y (por supuesto) Alfonso Ussia. Estos señores y señoras que en treinta años no han cerrado la boca, tanto si tienen algo que decir como si no, pero que en toda su verborrea ni una vez le han faltado al respeto a la autoridad; éstos, que atacan cuando se sienten a cubierto y que echan espuma por la boca contra quienquiera que les mande el que paga; éstos, que nunca dudan cuando han de elegir entre los señores y la canalla, han dictado sentencia también en este caso. Podéis adivinar su veredicto: los de "El Jueves" se merecen la que les ha caído. La libertad de expresión tiene sus límites, que coinciden exactamente (oh, casualidad) con la conveniencia de los grandes grupos de comunicación, es decir, de los grandes capitalistas españoles.
Me importa un bledo si el chiste fue grosero o no, máxime en un país donde la cultura de masas rebosa grosería, chabacanería y mojigatería. La cuestión es que en el estado español sigue habiendo ideas prohibidas. La cuestión es que las leyes españolas son herederas directas del sistema franquista. La cuestión es que los rapsodas del régimen vigente son unos hipócritas y que esta vez se han quedado con las vergüenzas al aire. ¿Quién les seguirá dando crédito a todos estos payasos, después de justificar lo injustificable? ¿Quién creerá que esta gente sirve al pueblo? Después de todos sus sermones automáticos acerca de "la democracia y el estado de derecho", después de tanta monserga, cuando llega el momento de demostrar la firmeza de sus convicciones les falta tiempo para echar leña a la hoguera donde los inquisidores han atado a sus compañeros periodistas
¿Qué podemos esperar de estos santos opinadores madrileños, si ponen el "respeto a las instituciones" (al poder) por encima de la libertad? ¿Son periodistas o son propagandistas?
Me gustaría leerles el viejo sermón del pastor Niemöller, aquello de "Primero, vinieron por los judíos, y no protesté porque no era judío; Luego, vinieron por los comunistas, y no protesté porque no era comunista, etc etc", pero me temo que no merece la pena. Está claro que el sermón de Niemöller no va con esta gente: ellos no tiene nada que temer.
Lejos de mí criticar al juez del Olmo. Estoy segurísimo de que ha actuado con total profesionalidad. Es más, estoy seguro de que, si los jueces aplicasen siempre igual diligencia, estarían las cárceles repletas de súbditos rebeldes y lenguaraces. La ley española es clara: no se pueden expresar ideas xenófobas, no se puede poner en duda ningún genocidio, no se puede mancillar la bandera ni la nación españolas; no se puede criticar al rey, ni a la reina, ni a los príncipes, ni a las infantas, ni a los reyes y reinas que tan duro trabajaron y tanto se sacrificaron por España antes de Don Juan Carlos.
En España no hay libertad de expresión, en una palabra. Lo que ocurre es que, hasta ahora, el aparato represivo habia reservado sus enorme poder para aplastar únicamente a los elementos mas periféricos del sistema. Lo de Egunkaria fue vergonzoso, pero nadie en España tiene redaños para sacar la cara por una publicacion monolingüe en vasco. El acoso a "La Realidad", de Santander, ha sido digno de un estado fascista, pero en Madrid no les importa un pimiento lo que les ocurra a unos muertos de hambre izquierdistas, perdidos en provincias: de TeleAsturias y Radio Sele ya ni hablamos.
"El Jueves" es algo distinto: tiene casi 500.000 lectores dispersos por todo el estado y la cosa ha salido por la tele. Esta vez la mierda ha salpicado demasiado.
Os recomiendo el ejemplar de esta semana, donde cuentan (entre chiste y chiste) la odisea que han vivido estos últimos dias. Lo mas escalofriante ha sido la reaccion de los periodistas mayoritarios, la tribu "estadodederechista" de la prensa madrileña. La revista hace recopilación de columnas escritas por gente como Edurne Uriarte, Hermann Tertsch, Consuelo Álvarez de Toledo, ABC (editorial), Victoria Prego, Carlos Dávila y (por supuesto) Alfonso Ussia. Estos señores y señoras que en treinta años no han cerrado la boca, tanto si tienen algo que decir como si no, pero que en toda su verborrea ni una vez le han faltado al respeto a la autoridad; éstos, que atacan cuando se sienten a cubierto y que echan espuma por la boca contra quienquiera que les mande el que paga; éstos, que nunca dudan cuando han de elegir entre los señores y la canalla, han dictado sentencia también en este caso. Podéis adivinar su veredicto: los de "El Jueves" se merecen la que les ha caído. La libertad de expresión tiene sus límites, que coinciden exactamente (oh, casualidad) con la conveniencia de los grandes grupos de comunicación, es decir, de los grandes capitalistas españoles.
Me importa un bledo si el chiste fue grosero o no, máxime en un país donde la cultura de masas rebosa grosería, chabacanería y mojigatería. La cuestión es que en el estado español sigue habiendo ideas prohibidas. La cuestión es que las leyes españolas son herederas directas del sistema franquista. La cuestión es que los rapsodas del régimen vigente son unos hipócritas y que esta vez se han quedado con las vergüenzas al aire. ¿Quién les seguirá dando crédito a todos estos payasos, después de justificar lo injustificable? ¿Quién creerá que esta gente sirve al pueblo? Después de todos sus sermones automáticos acerca de "la democracia y el estado de derecho", después de tanta monserga, cuando llega el momento de demostrar la firmeza de sus convicciones les falta tiempo para echar leña a la hoguera donde los inquisidores han atado a sus compañeros periodistas
¿Qué podemos esperar de estos santos opinadores madrileños, si ponen el "respeto a las instituciones" (al poder) por encima de la libertad? ¿Son periodistas o son propagandistas?
Me gustaría leerles el viejo sermón del pastor Niemöller, aquello de "Primero, vinieron por los judíos, y no protesté porque no era judío; Luego, vinieron por los comunistas, y no protesté porque no era comunista, etc etc", pero me temo que no merece la pena. Está claro que el sermón de Niemöller no va con esta gente: ellos no tiene nada que temer.
1 Comments:
bueno, me quitaste un poco las palabras de la boca pero es q es la puta verdad.
Un saludo y sigue escribiendo q tienes un blog cojonudo.
Mis blogs:
http://lughaid.blogia.com
http://lughaid.blogspot.com
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